La música es un lenguaje universal, permite el fortalecimiento del espíritu y nos consagra como humanos. He ahí su propósito, reivindicarnos con nosotros mismos. Para la muestra un botón.
Bienaventurado el hombre (Salmo 1)
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni |
ERNESTO CARDENAL |
miércoles, 9 de diciembre de 2009
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