La muerte siempre anda rondando, descalza o vestida de sicario y sin permiso, la muerte es un sino inevitable, para morir solo basta estar vivo. Pero la muerte siempre duele y golpea fuerte, más aún cuando hay seres humanos valiosos que no merecen ese sino inevitable, Facundo Cabral, el vagabundo, el andariego del mundo fue acribillado vilmente por desconocidos según informes de prensa. Pero la realidad puede ser otra, a Facundo lo mataron por libertario, por contestario, por querer transformar una sociedad enferma, abatida por la debacle y la sinrazón, lo mataron porque la inteligencia ofende y la luz de las luciérnagas es molesta para algunos contaminados por la mediocridad. PODRAN ARRANCAR LAS FLORES, PERO JAMAS PODRAN DETENER LA PRIMAVERA.
Ojo de Luz, bitácora de vuelo por los diferentes frentes del conocimiento, la cultura, el arte y la poesía.
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