La literatura y la pasion por la escritura fueron su pasión y devoción, un hombre, un escritor, al que le negaron la posibilidad de la inmortalidad del Nobel, se fue hace poco, sin mediar palabra. German Espinosa, nacido en 1938 en la ciudad caribeña de Cartagena de Indias, sufría desde hace un tiempo de un cáncer que le dificultaba el hablar.
Sus obras más reconocidas por la crítica han sido las novelas La tejedora de coronas y Los cortejos del diablo. La primera fue incluida por la UNESCO en su lista de obras patrimonio de la humanidad, y traducida al francés y al italiano. La segunda, vertida también a estos idiomas, además del coreano, ganó varios premios de novela en Latinoamérica durante los años setenta, tras su publicación. La tejedora de coronas, su obra cumbre, es una extensa novela que consta de doce capítulos, cada uno de los cuales es una larguísima y muy elaborada oración con muchísimas subordinadas, en las cuales hay imprevistos saltos temporales. La novela, narrada por una mujer ficticia llamada Genoveva Alcocer, transcurre en el siglo de las luces, en un escenario típicamente histórico, en Europa, los Estados Unidos, algunas islas del Caribe y Cartagena de Indias.
Germán Espinosa trabajó, durante mucho tiempo, como periodista, profesor universitario y editor, además se desempeñó en cargos consulares para el gobierno colombiano en Europa y África. Requiem para el otro Nobel de la literatura Colombiana, asi suene a herejia.
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